Cuando alguien nos dice “quiero una web que se vea bonita”, nosotras siempre respondemos:
¿y que funcione, también?
Porque tener una web con buen diseño visual no basta si luego tarda 5 segundos en cargar, no se adapta bien al móvil o no consigue que la gente haga lo que tiene que hacer: contactarte, comprarte, leerte, reservarte.
Hoy te hablamos de por qué el diseño web orientado al rendimiento es importante, especialmente si no tienes un gran presupuesto y necesitas que cada visita a tu web cuente.
¿Qué es “diseño orientado al rendimiento”?
No hablamos solo de optimizar imágenes o instalar cuatro plugins para que la web cargue rápido.
Hablamos de tomar decisiones de diseño pensando en cómo va a rendir esa web en velocidad, usabilidad y objetivos.
Es decir: que sea ligera, clara, intuitiva, accesible y que no ponga trabas.
Un buen diseño web orientado al rendimiento tiene en cuenta cosas como:
- El número y tipo de fuentes que se usan
- El peso y el formato de las imágenes
- Si los elementos visuales aportan o distraen
- Cómo se ve y funciona en móvil (que es desde donde entra más del 70 % del tráfico en muchos casos)
- Qué tan rápido carga cada parte de la web
- Si los botones, menús y formularios son claros y fáciles de usar
“¿Y si me gusta una web con muchos efectos y animaciones?”
Nada en contra de los efectos bien usados. Pero si un diseño bonito ralentiza la web o confunde al usuario, deja de ser buen diseño.
Por ejemplo:
- Un carrusel con 5 imágenes pesadas, que nadie mira y ralentiza la carga
- Un vídeo de fondo en autoplay que no aporta nada
- Tipografías decorativas que no se leen bien
- Menús que desaparecen o aparecen con animaciones eternas
Todo eso suma “wow” visual… y resta rendimiento, accesibilidad y conversiones.
Por qué el rendimiento importa tanto (aunque no te hablen de él)
Porque tener un presupuesto ajustado no significa renunciar a lo importante.
Podemos prescindir de lujos, pero no de rendimiento.
Porque Google lo tiene en cuenta.
Las webs rápidas y bien optimizadas tienen mejores opciones de posicionar arriba en buscadores. Si la tuya tarda en cargar, muchas visitas ni esperarán.
Porque tu clientela también lo nota.
Las personas no quieren pensar. Si una web se ve clara, va fluida y es fácil de usar, se quedan. Si no, cierran.
Porque afecta a tus ventas o conversiones.
Una web lenta o confusa no convierte. Y si tu web no convierte, no está funcionando.
Lo que hacemos nosotras en Torrezno Estudio
Cuando planteamos un diseño, lo hacemos pensando en que cada parte de la web aporte.
Que cargue rápido, que tenga un diseño adaptado a cada dispositivo, que use los recursos justos y que se centre en lo que necesita tu proyecto.
Y si ya tienes un diseño hecho por otra persona, lo revisamos con cariño para detectar puntos de mejora sin romper la estética. Muchas veces, no se trata de rehacer, sino de optimizar.
¿Y qué cosas suelen lastrar más el rendimiento?
Aquí te dejamos algunas habituales:
- Fotos gigantes subidas sin optimizar
- Fuentes externas cargadas sin sentido
- Vídeos embebidos que ralentizan todo
- Plugins de WordPress innecesarios o mal configurados
- Temas visuales llenos de elementos que no se usan
- Animaciones innecesarias en cada scroll o clic
- Formularios eternos que nadie termina
Todo esto no solo ralentiza la web: también desgasta a quien la usa. Y eso es lo último que queremos.
Conclusión
Una web no es solo una portada bonita.
Es una herramienta de comunicación, ventas o atención al cliente.
Y si esa herramienta no va fluida, no sirve de mucho.
Por eso siempre apostamos por un diseño web pensado para rendir. Porque tu web puede ser bonita, sí, pero también tiene que ser rápida, útil y funcional.
¿Te gustaría que revisemos tu web actual y te digamos si hay margen de mejora? Escríbenos.
Nos encanta darle una vuelta a lo que ya tienes para que funcione como debería.